Carabobo
Espíritus-pájaro del cerro de Mariara: Se conoce que en Mariara, cazadores se adentran a las montañas del parque Henri Pittier a cazar pájaros. La leyenda cuenta la historia de Javier Pacheco a quien un ave gigante le habló y le pregunto en claro español: ¿Por qué nos atrapas y nos metes en jaulas? ¿Te gustaría estar en una? Este pájaro hablador es un kin-kin y se reconoce en la comunidad como el rey de los kinkines. La leyenda incluye a un azulejo gigante y evoluciona hasta convertir las figuras de los pájaros en brujas quienes han sido cazadas y golpeadas hasta que, a punto de morir, recuperan su forma humana y muestran su verdadera identidad. Estas historias han sido recogidas hasta por la prensa regional debido a las conmociones que causan en caseríos y barriadas de Carabobo y Aragua.
El ánima de Juan Salazar: En San Joaquín, los pobladores rezan y guardan cuidados al ánima de Juan Salazar, hombre desconocido que ofrece ayuda si se le ofrece promesa. Al este del pueblo, en la carretera nacional, frente a la urbanización San Bernardo, hace muchos años mataron a Juan Salazar y en ese mismo lugar se ubica la cruz que es visitada por los creyentes. Dicen que quien pase por ahí, a pie, en bicicleta o automóvil, sentirá su presencia.
Reloj de Güigüe: El reloj público ubicado como monumento frente a la casa parroquial de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, lleva en su cima su penacho metálico que incluye un termómetro, un barómetro y una veleta. El reloj no funciona y así ha pasado gran parte del tiempo desde que dejó de ser propiedad de Juan Vicente Gómez y se convirtió en bien público. Nadie está muy interesado en arreglarlo ya que quien logra repararlo pronto encuentra la muerte. Cuentan que la maldición del reloj ha caído sobre un relojero anónimo, su posterior operario, Salvador Consoli, y la fatídica lista se completa con Andrés “Chipia” y el maestro relojero valenciano, Juan Lorenzo.
Fantasma del Sambil Valencia: Un video colgado en Youtube (2007) nos muestra que una figura fantasmagórica atormenta desde las cámaras de seguridad a los guardias del centro comercial Sambil Valencia. La figura traslucida y blanquecina, anda errante acercándose a las barandas y mirando a los niveles inferiores, se transporta de un lugar a otro evitando a los guardias de seguridad. El evento no ha sido desmentido oficialmente aunque los comentaristas lo desprecian. Aún así, la historia gozó de popularidad y sembró dudas. Curiosamente, en el Sambil de San Cristóbal (Táchira) también ha sido filmada una aparición pero esta vez el fantasma es el de una niña de deambula por los pasillos. Este segundo caso, se registró en la red en 2008
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